La Corte Superior de Justicia de Lambayeque condenó a la pena máxima de cadena perpetua contra diez integrantes de la organización criminal «Los Malditos del seco al paso», por los delitos contra el patrimonio y organización criminal.

En adelanto de fallo, la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada de Lambayeque, a cargo del fiscal provincial Juan Francisco Mogollón Castillo, obtuvo 56 sentencias condenatorias a la pena máxima de cadena perpetua contra los 10 integrantes de esta organización criminal.

Se trata de Domitilo Garay Córdova, César Salvador Vásquez Cóndor, Jorge Eduardo Zeña Ramos, Jorge Luis Julca Prado, Eudis David Vásquez Asalde, Mauri Rivera López, Heine Stalin Davila Macahuachi, Eleazar Becerra Hernández, Wilmer Iván Carrasco Manayalle y Robynson Armando Mora Eneque.

También fueron condenados los efectivos de la PNP Sheyla Pérez Deza, a 7 años de pena privativa de la libertad efectiva por el delito de encubrimiento personal a esta organización criminal.

La misma sentencia recibió el PNP José Augusto Cobeñas Ordóñez, además del delito de tenencia ilegal de municiones de armas de fuego, a quien se le encontró 67 municiones de distintos calibres en su habitación.

Además, fue condenado el hijo de este último, Richard C.M. por el delito de microcomercialización de droga.

Igualmente, en la etapa intermedia bajo la figura de terminación anticipada del proceso se condenó a Rosmery Rimarachín R., a 4 años de prisión por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego y el pago de 5,000.00; Alexander Cerdán Caruajulca, a tres años de pena suspendida y la suma de S/. 3,000.00 y Jorginho Camacho S., por receptación agravada y el pago de una reparación civil de S/. 8,000.00.

El fiscal provincial Juan Francisco Mogollón Castillo, acreditó en juicio que la organización criminal operaba en centros nocturnos del distrito de La Victoria desde el año 2017, habiéndose registrado 22 hechos delictivos de manera directa, uno de ellos, el 4 de julio del año 2019. Para ello sorprendían a sus víctimas luego que solicitaban servicio de taxi, para luego secuestrarlos y mediante violencia y amenaza, se apoderaban de sus tarjetas de crédito, dinero en efectivo y objetos de valor.